En esta entrega del blog analizamos las condiciones de la educación en el momento de explosión del uso de la inteligencia artificial.

1. Introducción

Equilibrar los beneficios de la Inteligencia Artificial a la vez que se mantiene el trato humano en la educación es, sin duda alguna, el reto más crítico para las instituciones educativas y profesores.

La inteligencia artificial o IA ha estado con nosotros desde hace mucho tiempo en forma de sistemas expertos, robótica y agentes inteligentes, pero particularmente en el último año se ha popularizado el uso de herramientas conversacionales como ChatGPT, Bard o Bing Chat, que son capaces de producir un razonamiento similar al de un ser humano.

Una definición muy básica de Inteligencia Artificial señala que es la capacidad de las máquinas de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana.

En internet encontraremos múltiples referencias que hablan de usos innovadores de la Inteligencia Artificial prácticamente en todas las actividades humanas, pero aquí daremos nuestra opinión acerca de los usos prácticos reales, hoy en día, en las instituciones educativas en México.

2. Diferencia entre un algoritmo aislado y la verdadera Inteligencia Artificial.

Nos encontramos en un momento de frenesí respecto a la Inteligencia Artificial y frecuentemente encontramos supuestos usos novedosos de la tecnología a los que se les aplica el término de IA, pero que se tratan de algoritmos que han existido desde hace décadas o años, como por ejemplo la capacidad de un vehículo para detectar un obstáculo en la carretera o la habilidad para predecir la llegada de una tormenta o un huracán, por mencionar dos ejemplos, los cuales son algoritmos basados en el análisis de un conjunto de datos.

Por otra parte, es correcto pensar que los sistemas de Inteligencia Artificial utilizan cientos y quizá miles de algoritmos, para analizar grandes cantidades de datos, aprender de ellos (entrenarse), colocarse en un contexto definido y ofrecer resultados de acuerdo con la funcionalidad prometida.

¿Cómo utilizan los estudiantes los sistemas de IA?

Las herramientas conversacionales tipo chat han llegado al público de forma masiva gracias a las redes sociales y medios de comunicación, proporcionando a los estudiantes los beneficios de la IA de forma sencilla y práctica. Al mismo tiempo, a las organizaciones escolares se les dificulta comprender y aplicar las posibilidades de la IA en su ámbito.

Algunos autores recomiendan “enseñar sobre IA a los estudiantes”, pero la realidad es que los alumnos ya están utilizando aplicaciones de IA tanto en lo personal como en su contexto académico. Estos recursos, en su mayoría de uso gratuito, les sirven como apoyo para estudiar y en la elaboración de sus tareas y proyectos.

Son múltiples las herramientas a disposición de los estudiantes que son capaces de:

  1. Interpretar un documento con conceptos complejos y explicarlos detalladamente.
  2. Obtener explicaciones detalladas, ante el planteamiento de problemas complejos y preguntas de forma libre.
  3. Generar gráficos, imágenes, videos o cualquier propuesta visual con base en una solicitud o descripción (prompt).
  4. Crear un ensayo o cualquier texto, utilizando chatbots (como ChatGPT) con la capacidad de generar contenido en segundos. Por ejemplo, en materia de ingeniería de software producen código de alto nivel para completar rápidamente algunas tareas e incluso proyectos completos.

Al contar con estos recursos, se visualizan algunos cuestionamientos y reflexiones que por ahora están sin respuesta clara:

  1. ¿Delegar en la IA la elaboración de cualquier tarea o proyecto puede disminuir la capacidad creativa y deteriorar el nivel de aprendizaje?
  2. ¿Tienen los docentes los recursos para detectar plagios y motivar a sus estudiantes a utilizar la IA solo como un apoyo?

3. ¿Qué recursos de IA tienen a su disposición las instituciones educativas?

Dando por sentado que los estudiantes ya están montados completamente en la ola de la IA, ahora podemos enfocarnos a orientar a las instituciones educativas para responder al reto que ello plantea.

Como integrantes de los sistemas educativos nacionales las escuelas pueden quedarse en espera de las iniciativas que establezcan las instancias normativas, o bien, emprender sus propios proyectos de forma independiente.

En el corto plazo, en México no se aproximan reformas o iniciativas a nivel gubernamental para aplicar políticas generales, por lo tanto, la decisión tendrá que ser tomada en términos de las capacidades económicas de cada institución y es ahí donde la elección de las herramientas y su costo se vuelve asunto fundamental.

Las instituciones educativas privadas, con su capacidad de tomar decisiones autónomas, inicialmente pueden echar mano de aplicaciones gratuitas o de precio moderado pero que ofrezcan un beneficio tangible y paulatinamente ir incrementando sus activos tecnológicos con otras herramientas más sofisticadas.

Como ejemplos de usos prácticos de la IA en la educación tenemos herramientas tales como:

  1. Soluciones de software educativo para complementar la experiencia de aprendizaje con recursos novedosos, siendo especialmente útil para niveles básicos.
  2. Sistemas de apoyo a la docencia, para facilitar la generación de contenidos y material pedagógico.
  3. Aplicaciones de realidad virtual y aumentada para la capacitación en actividades específicas como la operación de equipo, uso de materiales peligrosos o simuladores de actividades de alto riesgo como pilotaje de aeronaves.
  4. Chatbots de atención al cliente, para entregar a los usuarios respuestas rápidas a todo tipo de consultas frecuentes.

Los tomadores de decisiones y promotores de tecnología deben aplicar inteligentemente los recursos económicos con la consciencia de que muchas tecnologías que se ofertan como disponibles, aún están siendo construidas y realmente se encuentran en proceso de desarrollo, validación y maduración.

De lo anterior se deduce que las organizaciones educativas con mayor poder adquisitivo están en posibilidad de conseguir mejores resultados en el mediano y largo plazo, con lo cual posiblemente la educación pública siga rezagándose y con ello creciendo la disparidad entre los diferentes sectores socioeconómicos.

4. ¿Cómo evitar la deshumanización del proceso educativo?

Recomendamos alejarse de aquellas herramientas que propicien una ruptura de la comunicación entre institución y docente, o más aún, aquellas que automaticen o eliminen el diálogo entre el docente y sus estudiantes. Para ello existen unas simples medidas que podríamos tomar:

  1. Evitar las herramientas que analicen los trabajos o proyectos de los alumnos y proporcionen comentarios automáticos sobre cualquier aspecto sujeto a evaluación. En caso de adoptarlas perderíamos la capacidad de retroalimentación personal a pesar de las ventajas que ellas ofrecen en ahorro de tiempo, eliminación de prejuicios y garantía de objetividad.
  2. Rechazar aplicaciones de IA que proporcionen profesores virtuales, a menos que nuestro modelo educativo sea a distancia.

Para mantener el adecuado balance entre la aplicación de IA y la calidad educativa, se recomienda fomentar la interacción humana en la búsqueda de que los estudiantes desarrollen su creatividad y las habilidades que los conviertan en sujetos competentes y funcionales en el plano personal y profesional.

5. La realidad del aprovechamiento de la Inteligencia artificial para los docentes

Es conveniente señalar que la mayor cantidad de herramientas de IA disponibles actualmente no son compatibles con los modelos académicos ni con las prácticas llevadas a cabo en países como México, donde regularmente los docentes deben apegarse a un programa académico previamente establecido. Un docente mexicano, por iniciativa propia no podría utilizar IA para generar un contenido diferenciado para cada alumno de su clase.

Lo anterior nos lleva a enfocarnos en el uso más simple de la IA para la práctica docente, que es el apoyo en la redacción de textos y material para apoyo en clase. El pago por estas herramientas idealmente debería estar financiado por la propia institución educativa, pero de lo contrario pueden utilizar algunas opciones que no supongan un alto costo o sean gratuitas.

Algunas herramientas que apoyan a los profesores en redacción de textos, resúmenes o crear presentaciones de forma automática son:

Herramientas de IA para la docencia

Los docentes tendrán como responsabilidad personal evitar la creación de contenido genérico y usarlas solo como un apoyo, por ejemplo deberán validar que los resultados arrojados por un bot o cualquier sistema de IA sean aplicables a su contexto y que sean vigentes. Al momento de la preparación de este blog, ChatGPT anunciaba que sus datos de entrenamiento llegaban solo hasta el año 2021.

6. Conclusiones

El desarrollo de diversas tecnologías basadas en IA está en continuo avance y con el paso de los años se convertirá en un aliado estratégico para las instituciones educativas en todo el mundo. Es importante determinar la realidad de cada escuela en lo particular para decidir cuáles acciones deberán ser tomadas.

Los directivos y líderes escolares deberán prever medidas inmediatas y en el largo plazo, en las siguientes vertientes:

  1. Estudiantil. Responder adecuadamente al uso de la IA por parte de los estudiantes mediante información, fomento del pensamiento crítico, utilización responsable e invitación a la verificación de fuentes.
  2. Institucional. Adoptar tecnologías de IA en el momento adecuado, con el alcance y con la inversión suficiente. Es especialmente importante vigilar la información sensible que pueda ser suministrada a cualquier plataforma, evitando comprometer datos personales o administrativos.
  3. Regulatorias. Reformar la normatividad y reglamentos escolares estableciendo políticas claras en cuanto a la regulación del uso de la IA en el aula.
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Texto diseñado por el grupo de consultores de HT México

Con una experiencia de más de 20 años, apoyamos a cientos de instituciones educativas en la implementación de herramientas de software, de nuestra propia autoría, que aplican las mejores prácticas administrativas, pedagógicas y académicas.